A ver, que sí, que el print de leopardo se lleva, sí y el de cebra también, pero, ¿hace falta que esté en TODA la colección? Es más, ¿no fue suficiente que estuviera en TODA la coelcción anterior? ¿Y en las ante anteriores? Yo estoy saturada de tanta selva.
Que no es de una colección ni de dos, que llevamos así desde hace cuatro o cinco temporadas... ¿Se nos ha acabado la inspiración? Una pena, pero ¿es que esta mujer vive en la Savanah africana que lo único que ve son tigres, leopardos y cebras? Las tendencias están muy bien pero, como le pasa a Cavalli y su inspiración setentera, en exceso, empachan. Parece que los diseñadores no entienden demasiado bien lo que nos ocurre con este tipo de redundancias así que probaré con esta comparación.
Anna, (Anna Molinari, propietaria/diseñadora de la firma) para que lo entiendas, repetir hasta la saciedad una tendencia, (el animal print en este caso) es como comer algo que te gusta mucho, sin mesura, día tras día, y cuando llevas una semana, decides que nunca más probarás lo que hasta hace unos días era tu palto preferido. Pues es exactamente lo que me ocurre con esta firma. Blumarine siempre se había caracterizado por presentar colecciones frescas, juveniles y con el estilo del que carecen algunas firmas italianas y, ahora... ¿Qué queda Bluamrine? Nada digno de recordar, ni de vestir.
Fotos: Style.com + Poladroid.com
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