Si pensamos en Louis Vuitton vienen a nuestra memoria montones de iconos. También paladeamos palabras como "elegancia", "feminidad" o "excelencia". Y, sin duda, aparece ante nuestros ojos Marc Jacobs y su genialidad. Es uno de los desfiles más esperados, siempre suscita mucho revuelo y altas expectativas pero... ¿Alguien se ha parado a cuestionar la última colección?
Todavía tenía en la retina la última colección, con una Laetitia Casta exultante enfundada en un vestido retro maravilloso... Y de repente me encuentro con algo indescriptible. ¿Podía ser la misma firma? El mismo diseñador, no lo dudaba, pero, ¿qué había en toda esa puesta en escena de LV? Díficil de decir. Sí, sé que Marc Jacobs es un genio y se toma la moda a broma, cosa que me encanta. Pero también sé que LV es un buque insignia y no todo es válido...
Los pijamas/kimono de seda con estampado estrambótico, el mix de texturas ochenteras con el estilo años 20, trajes oversize y demás excentricidades, como transparencias a tutti plen y abanicos de encaje, han hecho de esta última colección algo irreal.
Sí, Marc Jacobs puede ser un genio, pero las clientas de Louis Vuitton, por muy rejuvenecidas que estén, no deben encontrar ni un ápice de lo que la marca significa. Volvemos a lo de siempre: ¿todo vale? ¿Una firma como Louis Vuitton debe perder su identidad en pro de la genialidad de su director creativo? Yo sigo buscando el nuevo Louis Vuitton en esta colección, el de Marc Jacobs sí, el moderno con un punto retro, el chic con un punto sexy pero no esta agrupación de ideas sin sentido que no da más que prendas sin relación entre ellas y con pocas posibilidades de acabar en los armarios más exigentes.
Fotos: Style.com + Poladroid.com
Todavía tenía en la retina la última colección, con una Laetitia Casta exultante enfundada en un vestido retro maravilloso... Y de repente me encuentro con algo indescriptible. ¿Podía ser la misma firma? El mismo diseñador, no lo dudaba, pero, ¿qué había en toda esa puesta en escena de LV? Díficil de decir. Sí, sé que Marc Jacobs es un genio y se toma la moda a broma, cosa que me encanta. Pero también sé que LV es un buque insignia y no todo es válido...
Los pijamas/kimono de seda con estampado estrambótico, el mix de texturas ochenteras con el estilo años 20, trajes oversize y demás excentricidades, como transparencias a tutti plen y abanicos de encaje, han hecho de esta última colección algo irreal.
Sí, Marc Jacobs puede ser un genio, pero las clientas de Louis Vuitton, por muy rejuvenecidas que estén, no deben encontrar ni un ápice de lo que la marca significa. Volvemos a lo de siempre: ¿todo vale? ¿Una firma como Louis Vuitton debe perder su identidad en pro de la genialidad de su director creativo? Yo sigo buscando el nuevo Louis Vuitton en esta colección, el de Marc Jacobs sí, el moderno con un punto retro, el chic con un punto sexy pero no esta agrupación de ideas sin sentido que no da más que prendas sin relación entre ellas y con pocas posibilidades de acabar en los armarios más exigentes.
Fotos: Style.com + Poladroid.com